Por: Yina Mateus
Tiempo de lectura: 4 minutos
Aprende a delegar para vivir con equilibrio de vida
Aprender a delegar es una habilidad necesaria si quieres vivir en equilibrio. Cuando te hablo de delegar, no me refiero exclusivamente a temas laborales, en lo absoluto. Delegar lo puedes hacer a nivel personal. La premisa es muy sencilla: delega todo aquello que otros hagan más eficiente, en menor tiempo o más económico que tú mismo.
Podemos creer que por costos es mejor que nosotros mismos hagamos el trabajo, incluso hacer la compra del mes. Sin embargo, te has preguntado, ¿Cuánto cuesta mi tiempo? ¿Podría hacer algo más productivo que ir a escoger tomates y plátanos? Si la respuesta es sí, crea sistemas mediante los cuales delegues las tareas que te distraerán y que incluso, pueden servir como un forma de procrastinar lo que verdaderamente debes y quieres hacer.
Desde nuestro ser, un tema de gran relevancia tiene que ver con las verdaderas razones por las cuales los seres humanos no delegamos o nos cuesta tanto. Básicamente tiene que ver con dos alternativas, que incluso, puedes dejar de delegar por ambas. La primera, se trata de que no confías en que nadie lo hará como tú. ¡Bingo! Efectivamente nadie lo va a hacer como tú y como digo, ahí se encuentra la verdadera magia. Desde un pensamiento flexible y abierto, el permitirte ser flexible te permitirá encontrar nuevas ideas, distintas maneras de hacer las cosas y tal vez innovadoras formas de ejecutar alguna tarea y que nunca te habías planteado por vivir en tu propia burbuja de ideas y esperando que todos actúen como tú.
La segunda razón es que crees que las otras personas no lo harán bien. ¡Segundo bingo! No siempre las personas lo harán bien. No obstante, puede que si tu mente es altamente controladora, incluso, ni tú hagas las cosas bien. En cuanto a esto, es importante que te alejes de la famosa y cada vez más inútil perfección. Puede que la otra persona no lo haga tan eficiente como tú al inicio, pero si sabes formarlo, tener paciencia y potenciar sus capacidades, podrá hacerlo mejor que tú y tendrás tiempo para otras tareas. Empieza por apreciar de manera incondicional a las personas y a valorar su evolución, en lugar de su perfección. La buena noticia de esto es que los empoderarás de una manera en la cual se permitirán crear proyectos, lanzar ideas, gestionar procesos y todo ello, te permitirá tener más tiempo libre al dividir las cargas. Ten en cuenta que nadie nació aprendido, así que fórmalos, cree en ellos y en su grandeza interior.
Deja de creerte un súper hombre o una súper mujer, como ser humano de carne y hueso que eres no serás nunca invencible y necesitas descanso y despejarte para tener mayor rendimiento en todas las áreas de tu vida. ¿Qué creencias tienes acerca del trabajo? ¿Cuál crees que es la clave del éxito? ¿Cuál es tu mayor temor si delegas? Empieza por verificar tus esquemas mentales que son aquellos que determinan el cómo piensas, sientes y actúas.
Dentro de los temas que más gestiono con líderes se encuentra su falta de delegación. Son aquellos que sufren de mayor estrés, insomnio, son los primeros en llegar, los últimos en irse y aquellos que tienen menos tiempo para sí mismos y su entorno. Al contrario de lo que muchos piensan, no siempre ascender en una organización te dará más tiempo, al contrario, el exceso de responsabilidades sumado a la falta de delegación es un coctel cargado para quienes quieren seguir haciéndolo todo desde un pensamiento operativo y no de alta dirección. Es decir, ascender en la organización requiere una mentalidad de alta gestión y no de centrarse en los detalles como lo debe hacer un cargo operativo.
Otro de los temas que más abordo a nivel profesional se relaciona con el mejorar los lazos de comunicación con su equipo cuando han decidido delegar. La razón, algunos deciden delegar, pero controlan, asfixian, exigen perfección o discriminan a su equipo de trabajo por “no estar a la altura” que ellos han establecido. Si quieres delegar no solo debes confiar en los demás, sino aceptar que se equivoquen. Crea un marco seguro donde ellos puedan tomar decisiones y no sea peligroso, pero permíteles que se equivoquen y enséñales el camino desde el acompañamiento amoroso. Siempre ten en mente que cada acción que tomes puede mejorar o dañar tu relación y comunicación con los demás.
Todo lo anterior te permitirá empoderar a tu equipo porque mejorará su autoestima y toma de decisiones, se eliminará la cultura del miedo donde todo deben consultártelo y el rendimiento de cada uno se elevará sin duda alguna. Recuerda que tu marco de creencias y tus miedos asociados a la falta de delegación te implicarán costos, ¿Pasar menos tiempo con tu familia? ¿No ser un líder desarrollador de otros sino figura de autoridad bajo el miedo y el control? ¿Disminuir tu salud a causa del estrés y las largas jornadas?
Finalmente, recuerda delegar tus actividades personales y si eres madre, deja que tu marido ponga de vez en cuando un pañal al revés y que limpie al bebé para que pueda aprender y evolucionar a partir de sus propias experiencias.
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