¿Persigues realmente tus sueños o los que te dice tu espacio cultural?
Nos perdemos cuando dejamos de ver hacia adentro, cuando no hurgamos en lo que nos apasiona y nos para los pelos.
Nos perdemos cuando dejamos de ver hacia adentro, cuando no hurgamos en lo que nos apasiona y nos para los pelos.
Es posible apegarse a casi cualquier hecho o evento. Además, es muy probable que subvaloremos el apego y pasemos del deseo sano y natural por alguna persona o situación en nuestra vida, a un deseo incontrolable y, muchas veces, inconsciente.
El creer que eres o no capaz de algo será tu mayor fuerte de poder o mayor limitación, así que la tarea que ahora llamaré “la tarea de la tía” se trata de confiar en que eres capaz de aprender lo que te propongas.
¿Está mal sentir tristeza, rabia, ira o miedo? Absolutamente no, son emociones desagradables, pero necesarias para curar una pérdida, impulsarnos, darnos cuenta de algo que no nos gusta o simplemente hacernos conscientes.
Cuando finalmente te empiezas a sentir incómodo en la vida que llevas, es tu niño sabio quien está hablando y te quiere hacer entender lo que has estado buscando para ti.
¿Puedo tener apego a mi trabajo? Sí, el apego no se trata del deseo ardiente que sientes por algo, sino por la imposibilidad de soltarlo cuando queremos.
La premisa es muy sencilla: delega todo aquello que otros hagan más eficiente, en menor tiempo o más económico que tú mismo.
Aprende a tolerar la frustración. No hagas pataletas si las cosas no salen como esperabas o te desquites con los demás. Afronta tu propia situación. Yo lo llamo «poner el foco en ti”. Deja de culpar a los demás por las “desgracias que ocurrieron en tu trabajo o negocio”.
Menos de un 20% de tu éxito como negociador se relaciona con los conocimientos que puedes adquirir en un libro o artículo de revista de emprendimiento, y más del 80% tiene que ver con tu autoconciencia y el uso que haces de habilidades blandas como la inteligencia emocional y la comunicación.
Es más común de lo que creemos esa famosa frase de ¡ojalá el día tuviera más de 24 horas! Por soñar y desear, lo que sea se puede. Pero, en vista de que no podemos alcanzar imposibles, mejor nos enfocamos en cómo crear hábitos productivos…