Por: Yina Mateus
Tiempo de lectura: 4 minutos
CÓMO AUMENTAR TU PRODUCTIVIDAD
Es más común de lo que creemos esa famosa frase de ¡ojalá el día tuviera más de 24 horas! Por soñar y desear, lo que sea se puede. Pero, en vista de que no podemos alcanzar imposibles, mejor nos enfocamos en cómo crear hábitos productivos que nos permitan hacer lo que deseamos en el tiempo que realmente tenemos a nuestra disposición.
Empecemos por analizar que deseamos días más largos porque creemos que no nos alcanza el día. Alrededor de esto, pueden estar pasando alguna de estas situaciones: no nos planificamos bien y con sentido estratégico, nos autoexigimos más allá de lo alcanzable o le decimos que sí a actividades o personas a las cuales deberíamos decirles que no.
“Un día en tu vida refleja cómo es tu vida” Robin Sharma. Cada uno de tus días es más importante de lo que crees. La manera en la cual actúas a diario (con o sin estrategia, planificación, constancia, alineación, persistencia, etc) impactará en lograr o no tus objetivos de vida. Te invito a que reflexiones por unos instantes, ¿cómo es un día en tu vida? ¿qué tanto tus días te acercan realmente a tus objetivos?
Podrías pensar que es exagerado pensar que un día puede impactar en tus resultados a largo plazo, pero así es. Más allá que por lo que hagas en el día, es por la manera en la cual te acostumbras a llevar cada día, y por tanto, el impacto que genera la suma de cada uno de esos días en tus resultados.
La planificación es la base de la productividad. Pero ojo, no es planificar por planificar, solo enfócate en establecer y ejecutar acciones diarias que te llevarán a cumplir tus metas. Es decir, establece acciones diarias que vayan alineadas al cumplimiento de tus metas semanales. De la misma manera, establece acciones semanales que vayan alineadas a las metas del mes o el trimestre, y así, sucesivamente. Recuerda: una acción sin estrategia es perder el tiempo. Si aún no tienes claro tu horizonte para este año, puede ser útil para ti nuestro Planificador de objetivos.
Una buena noche de sueño es la segunda regla de oro porque un buen día inicia la noche anterior. La mayoría de las personas no le prestan atención al sueño. Es el momento del día en el cual te apagas para que tu cerebro puede recuperarse para dar lo mejor al siguinte día. Empieza a ocuparte por un buen descanso: adecuado número de horas de sueño, alimentarte de manera saludable en las noches, meditar, apagar pantallas una hora antes, entre otros.
El descanso no es pérdida de tiempo. Es decir, recesos durante el día laboral, tu día de descanso y tus vacaciones no son pérdida de tiempo, sino que son necesarias para que se alargue la longevidad de tu cerebro. Si por algún motivo sientes que debes estar trabajando en vacaciones o tus días de descanso y para ti es difícil desconectar, te invito a verificar si puedes estar teniendo apego a tu trabajo.
Evita las distracciones como el celular o el consumo de contenido. Consume contenido que te enriquezca y establece horarios para hacerlo. Evita a toda costa que lo primero que hagas en el día sea revisar tu celular. Al contrario, enfócate en ti por medio de actividades como agradecimiento, ejercicio, lectura, revisión del día, desayuno saludable y meditación para iniciar el día con calma, en lugar de estrés, son algunas de mis recomendaciones.
Cada pequeña decisión impacta en tener o no un buen día: una simple decisión como decidir tomar tu celular a primera hora de la mañana, tomarte cinco minutos más de sueño, comer alimentos pesados que no te permitan pasar una buena noche, no planificar tu día y empezar por resolver las situaciones de los demás por medio del correo electrónico, definirá el cómo avanzará tu día. Cada decisión por pequeña que parezca es muy importante.
Establece reglas de productividad contigo mismo. Determina qué te ayudará a ser más productivo. Es posible para ti cumplir reglas con tu jefe, el Estado o tu hogar. De la misma manera, aprende a cumplirte a ti mismo, a la persona más importante para ti. No tomes las de las demás personas, nuevamente, adecúa tus reglas a lo que necesitas para ser más productivo. Además, revisa las excusas que te das. Empezar a cambiar tus hábitos para ser más productivo, debe ir acompañado de tu compromiso y de la capacidad de verte al espejo con sinceridad. Aún con familia, un alto cargo y muchos roles, puedes ser más efectivo. No te des excusas.
Incluye en tu agenda semanal actividades diferentes a trabajo para que te sientas con mayor bienestar. Recuerda que te ayudo a vivir con mayor abundancia y balance. Esto significa que aprender a ser más productivo incluye que veas más allá de tu trabajo y tengas abundancia de tiempo libre, ocio, descanso, buenas relaciones, etc. Aprender a dedicar tiempo a tu ser holístico te hará sentir más satisfecho. Así que empieza a incluir en tu agenda el tiempo para ti y para quienes amas como si fuera una cita con tu jefe o un cliente.
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