Por: Yina Mateus
Tiempo de lectura: 3 minutos
¿Cómo el pensar más de la cuenta no te lleva a tomar decisiones más asertivas?
Nuestra mente procesa más de sesenta mil pensamientos positivos y negativos al día. La suelen comparar con un mono que no se queda quieto en ningún momento. Cualquier estímulo que recibimos por alguno de nuestros cinco sentidos se convierte en un detonante para activar infinidad de pensamientos.
Cuestionamientos como qué comeré hoy puede terminar en recordar las tardes que pasabas con tu abuela comiendo pastelillos o cómo la pesca sin control está extinguiendo determinadas especies de peces, ¿Algo de esto te hace eco?
Por tanto, nuestra mente inquieta de mono no necesita de más estímulos para tomar decisiones, al menos no de la manera en la cual usualmente lo hacemos. Para que tomes decisiones de manera más asertiva la invitación es a que calmes tu mente, disminuyas la ráfaga de pensamientos y luego desde esa tranquilidad puedas reflexionar y tomar acción o incluso las ideas llegarán de forma más sutil a tu mente.
Para lo anterior, la meditación te va a ser muy útil. Un ejemplo sencillo de meditación es concentrar tu atención en algo que te genere bienestar, ej: tomar sintiendo el olor y el sabor de una deliciosa taza de café o té, observar un atardecer concentrándote en los colores, pero sin pensar de qué variedad será el café o a qué temperatura estará el sol. Cuando esto suceda, porque es muy posible que suceda, te darás cuenta de forma gentil y volverás a concentrarte en el olor y sabor del café o en la sensación que te genera el atardecer.
Ahora sí, desde alcanzar un mayor estado de relajación mental empieza a tomar decisiones importantes para tu vida.
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