¿Puedo tener apego a mi trabajo?
Haciendo un hilo conductor con el blog de la semana pasada donde abordé el tema de delegación, hoy te traigo un tema que muchas veces no queremos observar a la cara, pero que hoy te invito a que te permitas observarte desde la sinceridad y la compasión con el objetivo de evolucionar como ser humano, este tema es el apego al trabajo.
¿Puedo tener apego a mi trabajo? Sí, el apego no se trata del deseo ardiente que sientes por algo, sino por la imposibilidad de soltarlo cuando queremos. Si te ha pasado por tu mente aquel pensamiento de “debería descansar”, pero te cuesta soltar o en tus momentos de descanso no dejas de pensar en ese proyecto que aún tienes, la larga lista de pendientes, las llamadas o correos electrónicos por contestar o te cuesta tomar vacaciones y pasar tiempo libre, puedes tener apego a tu trabajo. He trabajado con líderes que han acumulado seis periodos de vacaciones y poca intención tienen de tomar vacaciones. Te dicen frases como: “Con un par de días me basta”.
Piensa que el descanso no solo es justo sino necesario. El descansar de manera adecuada durante tu jornada laboral, en la noche, tu día de descanso y vacaciones elevará tu productividad. Descansar no significa que no seas productivo. Al contrario, tendrás en promedio día y medio de productividad más a la semana, si diariamente descansas la cuota adecuada de descanso. Tu cuerpo envía señales de necesidad de descanso, por ejemplo: el cerebro se satura y se te olvidan las cosas, sentimos sueño en medio de la jornada, nos irritamos fácilmente, se paraliza o se vuelve más lenta nuestra toma de decisiones y sucumbimos fácilmente al estrés.
Nuestras vidas agitadas y el mundo cambiante nos ha llevado a la creencia de que más es mejor y que los resultados se alcanzan con trabajo arduo y duro. Por el contrario, los estudios de bienestar alrededor del balance de vida en los seres humanos han demostrado que aquellas personas que se permiten tomar pausas, incluyendo en el día, son más productivas, emocionalmente más sanas y felices.
No te voy a mentir, al inicio no es sencillo soltar el exceso de trabajo. Es necesario observarnos y permitirnos hacer autoconciencia para encontrar nuestras creencias y la relación que hemos tenido con el trabajo desde la infancia. Lo que decían y hacían nuestros padres o familiares, las creencias que se nos inculcaron alrededor del trabajo. Todo ello puede hacer que lleves contigo una bandera alta y pesada de trabajo arduo en lugar de inteligente. En efecto, la mejor manera de ver a tu trabajo es como un área más de tu vida. Las personas apegadas a sus trabajos suelen ver una sola esfera de su vida: trabajo. Otros un poco menos apegados ven dos: vida en general y trabajo. La invitación que hoy te hago es a que incluyas en tu vida objetivos y desafíos en términos de tu vida de pareja, familia, amigos, ocio, salud, deporte, desarrollo personal, desarrollo profesional, espiritualidad, trabajo, entre otros.
Como te das cuenta, el quitarnos el antifaz del trabajo en exceso permitirá que empieces a vivir con mayor equilibrio de vida. Un aprendizaje para que tengas en cuenta es que la mayoría de personas genera apego a su trabajo y no tiene balance en su vida por una decisión guiada por sus creencias, más allá de que sea realmente una obligación impuesta en sus vidas. No obstante, nos creemos el cuento por nuestra propia bandera de auto exigencia que debemos clavarnos tiempos interminables en nuestro trabajo. En segundo lugar, desarrollar competencias como la delegación, organización, planificación, gestión del tiempo, entre otros, te permitirán ser más productivos en tu trabajo y tener mayor tiempo libre.
Finalmente, recuerda que debes permitirte observar tus creencias frente al trabajo duro, el trabajo en exceso, el descanso y los resultados. Si te lo permites, seguro encontrarás más respuestas de las que crees respecto de tu posible apego al trabajo.
La mejor manera de ver a tu trabajo es como un área más de tu vida.
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