Por: Yina Mateus
Tiempo de lectura: 5 minutos
Encuentra paz mental con el dinero
Las personas suelen pensar que el dinero les dará felicidad y tranquilidad. Pero, existen personas que no tienen mucho dinero y se sienten felices. Así como personas con grandes sumas de dinero en el banco o con un flujo constante de ingresos que no se sienten tranquilas, e incluso, empiezan a sentir miedo profundo a perderlo o dejar de recibirlo. Si te sientes intranquilo por el dinero es porque tu relación no es positiva y es el dinero el que te controla a nivel mental y emocional.
Encontrar paz mental respecto del dinero tiene que ver con NO ser esclavo de él. Dejar de pensar en dinero en tu día a día, para pasar a un estado en el que vives haciendo lo que te gusta sin temor a no recibirlo porque comprendes que lo que haces será bien recibido por los demás. Trabajarás desde la tranquilidad y esto te permitirá tener mayor creatividad, espacio para compartir con quienes amas y la tranquilidad de dormir sin despertarte por dinero.
Nuestra relación con el dinero es emocional. Si aprendemos a sanar las heridas que tenemos con el dinero como la culpa, la timidez, creer que el dinero es malo, pensar que requiere mucho esfuerzo o cambiar creencias como que solo es para unos pocos, entre otras, sentirás mayor paz con él. La relación con el dinero no se sana teniendo dinero. Incluso, si sanamos nuestra relación con el dinero en lo mucho o en lo poco, podremos empezar a generarlo porque le damos el lugar que le corresponde y lo administramos de manera correcta.
La razón por la cual trabajamos muchas veces más horas de las que son es porque tenemos miedo de no generar suficiente dinero o perder nuestro trabajo y que el dinero nos haga falta. Si no nos relacionamos desde la tranquilidad con el dinero, este no fluirá de manera adecuada en nuestra vida y sentiremos estrés y ansiedad constante por generarlo y pagar las cuentas. Danzaremos entre el esfuerzo duro por generarlo y darnos espacios de merecimiento donde luego pueden aparecer nuevos periodos de culpa por haberlo gastado.
Si sientes que debes compararte o mostrar las posesiones que tienes es que no has cultivado una buena relación con el dinero porque estás basando en él tu felicidad. Si sientes incomodidad al pagar tus cuentas de servicios públicos, impuestos y hasta la cuenta de la salud, se trata de una mala relación con el dinero. Tanto para recibir como pagar el dinero se debe dejar fluir sin que te opongas en el proceso.
Para poder llevar una relación sana con el dinero debemos sanar las heridas que tenemos entorno a él. Cuando no hemos sanado nuestras heridas generadas a partir de nuestra infancia, podemos llegar a ser unos grandes derrochadores, acaparadores o adictos al trabajo y al dinero porque queremos llenar algún vacío o sensación de escasez de nuestra niñez. Asimismo, podemos llegar a desarrollar un relación desde el miedo con el dinero donde tememos a generarlo y evitamos todas las oportunidades que se nos presentan para ser abundantes a nivel financiero.
Otro tipo de herida es la indiferencia, no te importa en gran medida el dinero y por ello no trabajas por él. Generalmente le sucede a personas que gozaron de abundancia financiera sin que hayan sido millonarios, simplemente, no sintieron escasez en su hogar. Este tipo de perfil es el más feliz porque realmente no sufre si lo consigue o no, no obstante, puede importarle tan poco que en el futuro se puede enfrentar a problemas de escasez del dinero.
Si cambias tu mente a una relación de abundancia con el dinero, sentirás felicidad, merecimiento y no habrá miedo por cobrar, pagar, donar o invertir. Aprenderás a tener control sobre el dinero, antes que él sobre ti. Incluso, encontrarás mayor tranquilidad y balance en tu vida porque no sentirás la presión de cuidarlo, conseguirlo o generar una estabilidad “ilusoria”.
En conclusión, cuando te liberas del apego al dinero y sanas tus heridas podrás enfocarte en tu trabajo y tiempo libre de manera tranquila sin sentir culpa de que dejes de hacer algo que no te traiga dinero. Podrás dejar de derrocharlo en cosas que no necesitas, pero también habrá espacio para el merecimiento dentro de un presupuesto adecuado a tu situación financiera. Te darás cuenta que no necesitas sumas exageradas de dinero para sentirte tranquilo porque la tranquilidad que buscas no está en el dinero, sino en tu relación con él.
Para empezar a elevar tu nivel de conciencia y sanación con el dinero, te invito a que reflexiones sobre la relación que tenían tus padres o las personas que te criaron con el dinero. La relación que tenemos con el dinero viene desde nuestro adoctrinamiento infantil, principalmente hasta los siete años y continúa en menor medida a lo largo de la vida. ¿Qué pensaban tus papás sobre la gente con dinero y sin dinero?, ¿se vivía en la escasez o la abundancia?, ¿qué relación había entre trabajo, tiempo libre y dinero?, ¿discutían tus papás por dinero?, ¿sentiste que algo hizo falta en tu casa?
Reflexiona con detenimiento en cada una de estas preguntas y empieza a descubrir de dónde vienen patrones que tienes respecto del dinero.
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