Cuando nos preocupa lo que otros puedan pensar de nosotros o el cómo nos señalarán, nos hemos convertido en esclavos. Cuando cambiamos nuestra forma de ser y hasta de vestir por agradar a otros, nos hemos convertido en esclavos. No digo que vayas por la vida como un rebelde sin causa, sé un rebelde CON causa, tu causa, tus sueños. Ten en tu mente el objetivo de desplegar tus talentos y desapegarte de la aprobación de otros.

No has venido a este mundo a rendir pleitesía y complacer al universo, has venido al mundo a desplegar tus talentos y a servirte a ti y al mundo con tus talentos y pasiones. Si vives alineado a ti mismo, el camino se te hará más sencillo, feliz y amable.

¿Cómo desarrollar tu potencial? Vive desde quien verdaderamente eres tú aunque no le guste a la gente a tu alrededor, aunque seas el único abogado en una familia de músicos o el único ebanista entre médicos. No busques agradar a tu círculo social por buscar un espacio. Como seres sociales lo buscamos, pero ten en cuenta que en ciertos momentos puedes ir en contra de tus propios sueños y ser infiel a ti.

Recuerda, para desarrollar al máximo tu potencial y brillar con tu luz única la invitación es responder a una vida gratificante. Esto se logra cuando te desatas de los apegos y dependencia que te quitan energía vital como el sentir que es prescindible la aprobación, el reconocimiento, el éxito, el estatus, la cantidad de logros, entre otros.

La necesidad de aprobación táchala en tu lista de inventario para vivir. Te invito a que hagas un compromiso contigo mismo, unos votos matrimoniales donde te comprometerás a ser tú mismo hasta tu muerte y que aunque aún a veces te seas infiel, vas a trabajar lo que sea necesario para vivir en coherencia con lo que sientes, piensas y haces.

¿En qué trabajar? En tu autoconfianza, cuando te sientes suficiente para ti y para el mundo, dejarás de buscar un espacio en la mente y el corazón de los demás.