Por: Yina Mateus
Tiempo de lectura: 3 minutos
Las relaciones como regalo para evolucionar como seres humanos
Las relaciones con distintas personas vienen a ser maestros a nuestras vidas. Independientemente si es relación amorosa, familiar, laboral o de amistad, cada una de las relaciones que tenemos en nuestra vida vienen a ser maestros. Las distintas relaciones pueden hacernos espejo de aspectos que podemos evolucionar por medio de una vida consciente para potenciar nuestro ser. Incluso, aquellas relaciones que creamos con cualquier ser sintiente como una mascota o la naturaleza.
Nuestros padres o tutores son nuestros primeros maestros y de quienes aprendemos la cultura y la mayoría de las creencias desde las cuales nos comportamos en la edad adulta. Por lo cual, cuando requieres evolucionar, debes ir a la raíz de lo que aprendiste en casa para observarte de forma consciente y a partir de allí entenderás tus resultados, el cómo eres y te comportas.
Las parejas son también grandes maestros de vida. Creemos que nos cruzamos porque sí con seres en nuestra vida. La realidad es que las personas nos escogemos por una razón. Usualmente y de forma inconsciente, las personas se escogen para ser nuestros maestros, desde aquello que también queremos aprender o sanar y porque tenemos historias de vida o patrones similares en algunos aspectos. Desde este lugar, decidimos usualmente de forma inconsciente a nuestras parejas, pero permitirnos aprender de estos maestros nos puede llevar a ser mejores seres humanos.
Los hijos son grandes maestros donde volveremos nuevamente a remover creencias, miedos y la cultura en la que crecimos. El aprender a no proyectar nuestras carencias o vacíos será clave para ejercer una paternidad consciente. Así como aprender a desligarnos de mitos y creencias que no nos permitan dejarlos vivir su propia identidad y dejar de proyectar en ellos las creencias culturales con las que nosotros crecimos.
Hoy te invito a reflexionar acerca de cada una de las relaciones que tienes en tu vida y a que encuentres los momentos de aprendizaje y evolución. Recuerda que no debemos culpar a nadie por lo que nos haya tocado vivir. Cada persona lo hizo lo mejor que pudo con los recursos, conocimiento y aprendizaje que tenía en ese momento. Cada ser humano se relaciona a partir de su historia y de lo que ha querido sanar y aprender en el camino. Perdonar, aprender y encontrar un sentido a partir de nuestra relación con otros seres es una tarea hermosa que nos permitirá honrar nuestro camino y andarlo con mayor conciencia.
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